José Oto Royo (Zaragoza, 1906 - ibídem, 1961) fue un cantante de jota aragonesa
cuya actividad se desarrolló entre los años 1930 y 1960.
Está considerado el más importante «cantador» de este género musical.[1]
Oriundo de la calle Casta Álvarez del barrio de San Pablo de Zaragoza,
comenzó como jotero ante el público en los años 1920
tocando la guitarra con la rondalla del maestro Calabia,
quien le enseñó solfeo. Muy pronto, sin embargo,
mostró sus dotes para la canta y se incorpora al cuadro jotero de Miguel Asso
tras ser escuchado por este.
En 1927 gana el Certamen Oficial de Jotas de la capital del Ebro
en la especialidad de jota cantada y comienza su carrera profesional.
Su estilo se caracterizó por una gran potencia,
un amplio registro que iba desde la tesitura del tenor hasta la del barítono,
y una afinación intachable que no necesitaba de adornos para mostrar su genio,
cantando siempre de un modo natural. A partir de la muerte de su novia, Felisa Galé, en 1948,
su carrera fue declinando debido a sus problemas psicológicos y con el alcohol.
Sobresalió en el estilo de las jotas zaragozanas libres: «femateras», «fieras de Fuentes»,
«fiera antigua» y la «fiera zaragozana», considerada la máxima creación de la jota cantada aragonesa.
También destacó en las coplas para el baile y en las jotas de ronda.
Grabó alrededor de cincuenta discos de jota, entre los que se encuentran algunos con letras republicanas
que se editaron durante la Segunda República Española, a la que, al parecer, fue afecto.
Murió en 1961 y a sus exequias en el Cementerio de Torrero acudieron más de cien mil admiradores.