¨Miércoles de Cecina¨.
Tras una trayectoria de 20 años, este grupo de música folk con base en Jaca
se propone consolidarse entre el público con No semos cosa,
un disco que mezcla sonidos propios del Pirineo de Aragón y Francia con otros de México y el Piamonte (Italia) en una mezcolanza de estilos, temas, ritmos e instrumentos de la que hicieron gala en su presentación por espacio de una hora.
El disco se grabó en el estudio de David Navarro en Alerre y su prólogo es de Enrique Bayona. El diseño de la portada es de Saúl M. Irigaray, de la empresa
Garabato Estudio, con sede en Jaca, mientras que la portada es obra del artista gráfico Andrés Begué, que se basó en una imagen tomada por el histórico fotógrafo Francisco de las Heras en la que capturó a un grupo de ansotanos bailando con el traje tradicional
en una plaza del pueblo durante los años veinte del siglo pasado.
Los miembros de Miércoles de Cecina, en su mayor parte con pasado en el Grupo Folklórico Alto Aragón, decidieron recopilar una veintena de canciones, de las que la mitad fueron compuestas para esta ocasión.
No semos cosa, el tema que abre el disco, es una ranchera que hace referencia a otros grupos populares con los que compartieron el escenario
en los últimos años.
Carlos Franco y Luis Salesa fueron los principales autores de la música
del disco, que rinde homenaje a algunos escritores de la tierra, como
la chesa Rosario Ustáriz o Hilario Jarne, de la pedanía jaquesa de Atarés.
También es un trabajo que pone en valor las costumbres y las lenguas
del Pirineo, dejando constancia del cheso, el patués o el bearnés en algunas de las nuevas canciones.
Componentes:
Miguel Ángel Pueyo ¨Tebo¨: Acordeón y coros.
Alfredo Larraz: bajo, ukelele-bajo y coros.
Lucía Guillén: Voz.
Ana Guillén: Voz.
Eduardo Gil: Voz.
Carlos Franco,: Guitarricos, pndereta jamaicana, otras percusiones y voz.
Guzmán Fernández: Laúd, bandurria, violín, mandolina-banjo, percusiones y coros.
Ana Barrón: Flauta travesera y coros.
Miguel Albertín: Batería.
Son los componentes que ponen notas y alma a las partituras de Miércoles de Cecina,
cuyo nombre alude a su día de ensayo habitual y a un alimento presente en sus meriendas.