Le agradó el ambiente de la casa y se quedó aunque, según su testimonio,
siempre fue cantador autodidacto y aprendió, sobre todo, oyendo a José Oto.
Casado con otra gran cantadora, Piedad Gil, a partir de 1944, su éxito es abrumador.
Ganador del Primer Premio en 1945 y del Extraordinario en 1948, fue Campeón de campeones en 1959.
Tras nueve años sin participar, obtiene en 1959 el título de Campeón de Aragón en su primera convocatoria.
Ya no volvió a concursar aunque se le concedieron otros muchos premios,
como la Insignia de Oro y Brillantes de la Casa de Aragón en Madrid (1960),
el Premio Santa Isabel de la Diputación Provincial de Zaragoza (1972),
el de hijo predilecto de Lécera o la Medalla de Oro de la Agrupación Artística Aragonesa (1989).