El destino, otra vez, la traslada a Barcelona a la edad de 14 años en la década de los 60, como a tantos otros, como a muchos de los aragoneses presentes. Canta su primera jota cuando tenía 21 años de forma imprevista, por una apuesta y que sabía la letra “de puro milagro”. A raíz de este hecho y quienes intuyeron sus enormes posibilidades, le aconsejaron con buen criterio que tomase lecciones en esta Casa, entonces conocida como el Centro Aragonés “Goya”. Tras un tiempo de reflexión y de dudas puesto que sus raíces y el entorno familiar son andaluces y eso “tira” mucho, toma la decisión de venir a esta Casa a hermanarse definitivamente con Aragón. Hace sus primeros pinitos joteros y cautiva a los profesores Maurel y Sasot, quienes adivinan en ella a una futura jotera. No se equivocaron. A los tres años de cantar la primera jota, se presenta al Certamen Oficial de Zaragoza de 1975. Inicialmente sorprendió su condición de cordobesa, pero obtiene el Primer Premio y el público aplaudió rendido. Sólo una gran jotera con dotes extraordinarias, autodidacta y voluntad para aprender es capaz de conseguir en tan breve tiempo dicho galardón, al que ha sumado otros, pero no se prodiga mucho en participar en certámenes joteros porque sus ocupaciones profesionales se lo impedían.
Hoy, Amparo, lleva 35 años formando parte del Cuadro de Jota de este Centro Aragonés de Barcelona. Muchos recuerdan sus famosos dúos con Carmen Cortés y tanto en las actuaciones de este magnífico Cuadro de Jotas como en la Coral, con sus inolvidables “solos”, permanecen en la memoria de los que han tenido y tienen el placer de escucharla.

