miércoles, 12 de abril de 2017

PILAR LORENGAR-2 CD-MADAME BUTTERFLY (GIACOMO PUCCINI) 2002

Lorenza Pilar García Sola, de nombre artístico Pilar Lorengar (Zaragoza, 16 de enero de 19281 - Berlín, 2 de junio de 1996) fue una conocida soprano española.

Estudió ocho años con Ángeles Ottein y más tarde en Berlín con Carl Ebert y Hertha Klust.
En 1949 debutó como cantante del coro en el Teatro de la Zarzuela, dónde estuvo trabajando varios años.
En 1952 debutó como solista en Barcelona en la Novena Sinfonía de Beethoven y el Réquiem de Brahms.

Como cantante de ópera debutó en 1955 como Cherubino en Festival Internacional de arte lírico
de Aix-en-Provence y a continuación como Violetta en La Traviata de Giuseppe Verdi
en el royal Opera House del Covent Garden de Londres.
Un año más tarde actuó en el Festival de Glyndebourne y en 1958 en el Teatro Colón de Buenos Aires
como Reina de la Noche de La flauta mágica. Ese mismo año fue contratada por la Deutsche Oper Berlin,
dónde permaneció hasta el fin de su carrera como una de las artistas más apreciadas del ensemble.
En 1963 se le concedió el distinguido título de Kammersängerin (Cantante de cámara).

En 1961 actuó por primera vez en Salzburgo con Idomeneo.
En la Metropolitan Opera de Nueva York debuta en 1966 como la Donna Elvira de Don Giovanni.
Varias tournées la llevan también a Japón. Otros puntos álgidos de su amplio repertorio
fueron la Elisabeth de Tannhäuser (ópera) y la Elsa de Lohengrin.

Como cantante invitada actuó a menudo en la ópera de Viena y en conciertos de la Filarmónica de Viena.
Su último éxito en Berlín fue la Valentine de Les Huguenots de Giacomo Meyerbeer, escenificada por John Dews.

En 1991 fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes,
en compañía de Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza, Montserrat Caballé,
Josep Carreras, Alfredo Kraus y Plácido Domingo.

El 1 de octubre de 1994 recibió la Orden al Mérito del estado de Berlín.
Pilar Lorengar murió de cáncer en 1996 a los 68 años en su patria de elección, Berlín.
Discografía:

-Zarzuelas:

La Calesera y La Parranda, de Alonso.
Jugar con fuego y Los diamantes de la corona de Barbieri.
Château-Margaux de Caballero.
El Rey que rabió y La Tempestad de Chapí.
El Húsar de la Guardia de Giménez.
El canastillo de fresas y La Alsaciana de Guerrero.
El Caserío de Guridi.
Molinos de Viento,
Los Cadetes de la Reina y La pícara molinera de Luna.
El maestro Campanone de Maza.
La Dogaresa de Millán.
La Marchenera, María Manuela y La Chulapona de Moreno Torroba.
La Reina mora y La canción del olvido de Serrano.
Katiuska, La del manojo de rosas y Adiós a la Bohemia de Sorozábal.
Las Golondrinas de Usandizaga. Maruxa y La Generala de Vives.

—Óperas completas:

Gluck: Orfeo (dos versiones).
Leoncavallo: I Pagliacci.
Mozart: Le nozze de Figaro, Don Giovanni, Così fan tutte y Die Zauberflöte.
Verdi: La Traviata.
Smetana: La novia vendida. Hindemit: Matías el pintor.

—Obras corales:

Beethoven: Novena Sinfonía, Egmont.
Brückner: 3.ª Misa.
Dvorak: Requiem.
Gounod: Misa de Santa Cecilia.
Mozart: Misa n.° 16.
Rosinni: Stabat Mater.
Schubert: Misa en Mi bemol.

—Recitales:

De canción española: Turina, Granados, Guridi, Nin, García Leoz, Toldrá y Rodrigo,
con Félix Lavilla, piano. Canciones del siglo XVIII y Canciones populares de García Lorca,
con Siegfried Behrend, guitarra.

Enrique Granados: Tonadillas y Canciones amatorias, con Alicia de Larrocha, piano.

De arias de Ópera: de Puccini: Bohème, La Rondine, Mme. Butterfly, Turandot, Gianni Schichi.
Dvorak: Rusalka. Charpentier: Louise. Bizet: Carmen y Pescadores de perlas.
Massenet: Manon. Orq. Roma, Mtro. Patane. Otras: Prima donna en Viena.
Mozart: Le nozze di Fígaro. Beethoven: Fidelio. Weber: Der Freischutz.
Wagner: Tannhäuser. R. Strauss: Arabella. J. Strauss: El barón gitano. F. Léhar: Eva y Amor zíngaro.
Orq. de Viena. Dir. Walter Weller.

Cinematografía:

Pilar Lorengar, antes de pasar a un plano internacional como diva indiscutible de la ópera,
tuvo contactos con el cine español. En Último día (1952), película de Antonio Román,
interpretó la figura central, en un tema de entraña policíaca,
que fue elogiado por la crítica por su realismo. Otro film, de menor relieve,
impuso el arte de Pilar en un argumento de circunstancias,
con guión de Antonio Román y Pedro de Juan, realizado por Luis Marquina bajo el título de Las últimas banderas (1954).


COFRADIA DE NTRA. SRA. DE LA PIEDAD Y DEL STO. SEPULCRO (ZARAGOZA)-MARCHAS

Hasta 1.937 en Zaragoza no existían Cofradías Penitenciales tal y como hoy las conocemos.
La Muy Ilustrísima, Antiquísima y Real Hermandad de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
y Madre de Dios de Misericordia, más conocida como la Hermandad de la Sangre de Cristo,
era la encargada desde siglos atrás de la organización de los actos de Semana Santa consistentes
principalmente en la llamada Procesión del Encuentro y la conocida Procesión General del Santo Entierro.

En esta Procesión del Santo Entierro, al igual que en la actualidad, participaban todos los “pasos”
representando diversas estaciones de la Pasión de Cristo. Dichos pasos eran portados, primero a hombros,
luego sobre ruedas, por grupos católicos voluntarios más o menos aglutinados en torno a una asociación católica,
a un gremio profesional, etc. Estos voluntarios acudían año tras año a la Iglesia de San Cayetano
y bajo la dirección de los hermanos de la Sangre de Cristo colaboraban en la realización de la Procesión del Santo Entierro.

En 1.935 la tensión política y las dificultades por las que atravesaba el país hacían muy difícil
la organización de la Procesión. (durante los años anteriores, desde 1.931, había estado suspendida).
Faltaban voluntarios para llevar los pasos e incluso se hizo explotar una bomba durante la procesión
que originó una gran confusión.

Todas estas dificultades debieron ser vencidas con mucho entusiasmo y este mismo entusiasmo
fue el que llevó a varios de los jóvenes que habían conseguido sacar la procesión adelante,
pese a las dificultades, a reunirse días más tarde con el fin de cambiar impresiones y replantarse
el modo de llevar a cabo la organización de la procesión en años venideros.
Entendían que no se podía improvisar y que había que mejorar de cara al futuro.
Fue así como surgió la idea de formar una Cofradía que debería ser filial de la Hermandad de la Sangre de Cristo.

En 1.936 estalló la Guerra Civil y sería por fin en la cuaresma de 1.937 cuando los Beltrán,
Herrando, Sanvicente, Peclós, Zaldívar, Sanz, Morón, Baquedano, Sales, Montserrat, Bastero,
De Diego, Guallart y algunos más, animados por el primer Consiliario, Don Leandro Aína,
lograron la fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad.
Había nacido la primera Cofradía Penitencial de Zaragoza, filial de la Hermandad de la Sangre de Cristo.

La fundación de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad serviría de estímulo y modelo
para el surgimiento de otras cofradías y hermandades que, guiadas por el mismo espíritu penitencial,
conseguirían revitalizar una Semana Santa que atravesaba por serias dificultades.
A la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad seguirían las de la Entrada de Jesús en Jerusalén
y la de Jesús Camino del Calvario (1.938), la de las Siete Palabras y de San Juan evangelista (1.940),
la del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestra Señora (1.940)…

El mismo año de 1.937 los primeros hermanos de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad
visten el hábito diseñado por Don Regino Borobio tal y como lo conocemos en la actualidad,
y acompañan el paso de Nuestra Señora de la Piedad en la Procesión del Santo Entierro.

El día 15 de abril de 1.938, a las cero horas, saldría la primera procesión propia de la Cofradía
de Nuestra Señora de la Piedad. El día, la hora y el recorrido se han mantenido invariables
durante estos casi setenta y cuatro años de existencia; Iglesia de Santa Isabel, Manifestación,
Alfonso I, Coso, Plaza de España, Don Jaime, Plaza de la Seo y calle del Sepulcro hasta la iglesia de San Nicolás.

WEB: http://www.lapiedad.es/