viernes, 19 de mayo de 2017

MARIANO RODRIGUEZ DE LEDESMA-2 CD- MISA DE DIFUNTOS 2008

Mariano Nicasio Rodríguez de Ledesma (Mariano de Ledesma) (Zaragoza, 14 de diciembre de 1779 - Madrid, 28 de marzo de 1847).
Compositor, cantante y director. Está considerado el primer músico romántico español
y uno de los músicos españoles más importantes de la primera mitad del XIX.
Consiguió fama en Europa sobre todo por su faceta de maestro de canto y compositor
de canciones que publicó en Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y España.

Rodríguez de Ledesma debe ser considerado también uno de los primeros músicos románticos europeos
que cultiva conscientemente esa nueva estética en la búsqueda de nuevos recursos expresivos,
formales o armónicos. Rafael Mitjana, feroz crítico con la música española del XIX,
da cuenta con verdadero acierto de la aportación de Rodríguez de Ledesma como iniciador
y precursor del movimiento romántico en España, asignándole ser el primero que adopta las vías del arte moderno.

En su desprecio del italianismo, al que acusa de la mayoría de los males de la música española,
dice Mitjana que Rodríguez de Ledesma es partidario de Mozart antes que de Rossini
(olvidando que la influencia del italiano también es muy evidente en algunas de sus grandes obras),
y añade que fue un compositor romántico que supo compaginar adecuadamente su “originalidad nacional”
con las novedades de la música alemana contemporánea, especialmente la de Weber,
orientándose hacia nuevos horizontes: "en su concepto de orquesta,
completamente diferente de la de los maestros italianos, Rodríguez de Ledesma tiene en España
un papel iniciador y es el primero que adopta las vías del arte moderno, orientándose hacia nuevos horizontes",
lo cual para sus contemporáneos (que destacaban el valor expresivo de su declamación,
el avance de su armonía y, sobre todo, el colorido de su orquestación) apenas cuenta,
ya que estas novedades las plasma en obras religiosas, que además tienen poca difusión fuera de la Real Capilla,
y lo que el público demandaba, ante todo, era ópera fundamentalmente italiana.

Este panorama y el hecho de que "el romanticismo musical español fue ignorado o acaso tomado a broma",
como escribe Gomez Amat, le ocasionaron al músico aragonés la incomprensión, la marginación y el olvido.